viernes, 29 de mayo de 2009

Ya se acercan los exámenes

Ya se acercan los exámenes de mitad de bimestre, digo esto, porque muchos colegios todavía mantienen el tradicional enfoque de examen a la mitad y al final del bimestre, costumbre que se continua para medir el avance de lo aprendido en aula; para que no se acumule los contenidos para el final; para reforzar lo que se ha enseñado, incluso para obligar a que los padres paguen la mensualidad sino no dan el examen, entre otras razones. Al final del bimestre le espera al alumno un examen similar, sólo que más cargado en contenido ya que es de todo el bimestre. Eso quiere decir que un alumno en secundaria que tiene 15 a 17 cursos en promedio (hablando de los colegios privados y muchos nacionales) y unos 7 a 9 cursos en promedio en primaria, resuelve aproximadamente de 30 a 34 exámenes en un bimestre, y si para cada examen son dos horas pedagógicas tenemos de 60 a 68 horas dedicadas a resolver preguntas. En 10 semanas que es la programación regular se dedica casi dos semanas enteras en responder preguntas. No queda ahí; si por ejemplo, para el caso del segundo bimestre que tienes el día de la bandera, el día del padre, el día del maestro y fiestas patrias, además de otras actividades que se planifiquen como la feria de ciencias, o el día de no se que virgen o de algún santo patrono, simulacros, etc. ¿Cuántas horas reales quedan de clase? ¿Y cómo son los exámenes? Son formulaciones en la mayoría de los casos, destinadas a que el alumno conteste lo que el profesor le ha enseñado en clase o lo que está en el libro; se califica la exactitud de la respuesta; están en su mayoría llenos de fechas, datos, fórmulas o la aplicación de fórmulas, recordar nombres o ubicarlos en una figura. Imagínense con 10 a 15 preguntas (a veces son mucho más) por bimestre son 500 preguntas en promedio. Muchos colegios buscan variar el tipo de pregunta considerando preguntas de memoria, de comprensión, aplicación, de análisis, que bien, incluso le dan más puntaje a unas preguntas que a otras, pero son menos las preguntas dedicadas a la síntesis o a dar valoración a los hechos o conocimientos. No acaba ahí queridos amigos. Si en el transcurso de un bimestre además de exámenes tenemos prácticas, tareas, guías, fichas, encuestas, simulacros… SOCORRO… a nuestros alumnos los estamos haciendo expertos en resolver preguntas, en repetir el conocimiento de otros, y después nos quejamos cuando copian, y hacemos una situación de estado llamando a los padres y al psicólogo. Copian porque ese instrumento de evaluación ya no es para nuestros días, ya esta desfasadazo y tiene más trampas que… ya saben. ¿Dónde quedó el constructivismo y Vigotsky? No que el alumno es el constructor de su propio conocimiento. ¿Dónde esta la creación de nuevos conocimientos o la investigación? No estoy en contra de los exámenes, creo que hay que evaluar el conocimiento, no hay que ser tontos que nuestros alumnos nos dan dos vueltas en el aire, pero creo que tenemos que innovar. Que los exámenes sean de una sola pregunta o dos y todas de investigación o resumen; que sea por medio de la computadora y que a los alumnos se les permita usar Internet; dar oportunidad al alumno a que formule sus propias preguntas. No se, hacer cosas diferentes. En fin, ya se acercan los exámenes.

jueves, 28 de mayo de 2009

No eres un ISO 9000

Cuando naciste no entró ningún profeta a la sala de maternidad, ni se abrieron los cielos y una voz poderosa rodeada de un halo de Luz anuncio que tu eras “El modelo a seguir”. Tu papá y tu mamá no tenían esa expectativa, todo lo que querían es que no llores mucho de noche, que seas sanito y que comas toda tu comida. No eres Jesucristo ni la Virgen María. Eres, humildemente un ser humano. Y si no aprendes a delegar, a divertirte, a relativizar los problemas. Chao vida.
Porque vida interesante no es tener siempre la agenda llena y ser políticamente correcto. No es hacer cualquier cosa por dinero. No es satisfacer a todos y dar la impresión de ser indispensable. Es tener tiempo. Tiempo para no hacer nada. Tiempo para hacer todo. Tiempo para reír con los hijos. Tiempo para arreglar cualquier cosa. Tiempo para escuchar música. Tiempo para cortarte bien las uñas. Tiempo para leer una novela. Tiempo para escuchar a otra persona. Tiempo para hacer un trabajo voluntario. Tiempo para dar una vuelta con tu familia. Tiempo para conocer otras personas. Tiempo para volver a estudiar. Tiempo para escribir un libro, quien sabe, algún día puede ser publicado. Tiempo, principalmente, para descubrir que puedes ser un profesional de éxito sin dejar de existir. Existir, ¿cuál será el fin de la existencia? La persona moderna cree que si su tiempo no esta al máximo o si no es un profesional ISO 9000, no será tomada en cuenta. Estamos tentados a probar no se qué para no se quién. Necesitamos respetarnos a nosotros mismos, privilegiarnos a nosotros mismos! El trabajo es una parte de nosotros. No hay nada más elegante que ser exitoso. La persona que es más exitosa también es más esclava de su éxito. Porque nuestra existencia no puede ser contabilizada por un ábaco de éxitos. Recuerda dedicar tiempo a disfrutar de la vida, sino ella pasará de largo. Talvez sea necesario olvidar algunas cosas. Y descubrir que reír con amigos, bailar con tu hija, pasear con tu pareja, cantar sólo por cantar, contemplar el mar o leer un libro pueden ser placeres cinco estrellas y darte una nueva perspectiva de una vida interesante.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Mirando desde afuera como desde adentro

Estimado amigo, el tema de la educación es uno de los que más me apasiona en lo familiar, personal y en cuanto a su rol indispensable para potenciar el desarrollo humano y espiritual. A mi entender su tratamiento más trabajado en el campo de las ciencias económicas se da en lo que vendría a ser el capital humano. Uno de los principales factores que explican por que unos países han sido capaces de generar riqueza y acumular conocimientos, a diferencia de otros, ha sido su énfasis en la universalización de la educación y el desarrollo tecnológico. No sólo el que dispongan de un montón de capital.
En países como UK, la crisis actual no pasa por ser resuelta disminuyendo el apoyo publico a la educación, so pretexto que hay que disminuir los gastos públicos etc. Son los países desarrollados y emergentes los que saben muy bien que tienen que apostar en educar, capacitar y formar a su población para hacerla mas competitiva y capaz de adaptarse a las cambiantes circunstancias del entorno internacional. En un plano menos material, sencillamente el aprender cada día más enriquece el espíritu.
En lo que respecta a nuestra querida tierra, a pesar de que el Perú ocupe el último lugar en calidad educativa, hay buenos y ejemplares maestros. Nuestro problema no es la educación perse sino el Estado mismo y su obtusa clase política, que no sabe o no quiere proporcionar los elementos necesarios para fomentar una educación de calidad en sus diferentes niveles.
Mi padre fue maestro rural en sus primeros años. Así que sufrió en carne viva el maltrato institucionalizado.
Ya volveré más adelante con algunos comentarios como ex-claretiano y economista. Por el momento debo concentrarme en mi chamba acumulada de 3 semanas de descanso.
Un abrazo Manuel
Desde el Reino Unido, Manuel Carrasco nos habla como desde casa. Gracias.

martes, 26 de mayo de 2009

EL invitado de la casa

Unos cuantos años después que yo nací, mi padre conoció a un extraño en nuestra pequeña población en mi país. Desde el principio, mi padre quedó fascinado con este recién llegado encantador personaje, y enseguida le invitó a que viviera con nuestra familia. El extraño aceptó y desde entonces ha estado con nosotros. Mientras yo crecía, nunca pregunté su lugar en mi familia, en mi mente joven ya tenía un lugar muy especial.Mis padres eran instructores complementarios: Mí mamá me enseñó lo que era bueno y lo que era malo y mi papá me enseñó a obedecer. Pero el extraño era nuestro narrador. Nos mantenía hechizados por horas al extremo con aventuras, misterios y comedias. Si yo quería saber cualquier cosa de política, historia o ciencia, siempre sabía las contestaciones sobre el pasado. ¡Conocía del presente y hasta podía predecir el futuro! Llevó a mi familia al primer juego de las ligas mayores de fútbol. Me hacia reír, y me hacia llorar. El extraño nunca paraba de hablar, pero a mi padre no le importaba.A veces, mi mamá se levantaba temprano y callada, mientras que el resto de nosotros estábamos pendientes para escuchar lo que tenía que decir, pero ella se iba a la cocina para tener paz y tranquilidad. (Ahora me pregunto si ella habría rezado alguna vez, para que el extraño se fuera. Mi padre dirigió nuestro hogar con ciertas convicciones morales, pero el extraño nunca se sentía obligado para honrarlas. Las blasfemias, por ejemplo, no fueron permitidas en nuestra casa… No de nosotros, ni de nuestros amigos o de cualesquier visitante. Sin embargo, nuestro visitante de largo plazo, lograba pronunciar la palabra esa HP que quemaban mis oídos e hicieron que mi papá se retorciera y mi madre se ruborizara. Mi papá nunca nos dio permiso para usar alcohol de manera liberal. Pero el extraño nos animó a intentarlo sobre una base regular.. Hizo que los cigarrillos parecieran frescos e inofensivos, y que los cigarros y las pipas se vieran distinguidas. Hablaba libremente (demasiado) sobre sexo. Sus comentarios eran a veces evidentes, a veces sugestivos, y generalmente vergonzosos. Ahora sé que mis conceptos sobre relaciones fueron influenciados fuertemente durante mi adolescencia por el extraño. Repetidas veces lo reprendieron y raramente le hizo caso a los valores de mis padres y NUNCA le pidieron que se fuera. Más de cincuenta años han pasado desde que el extraño se mudó con nuestra familia. Desde entonces ha cambiado mucho y ya no es casi tan fascinante como era al principio. No obstante, si hoy usted pudiera entrar en la guarida de mis padres, todavía lo encontraría sentado en su esquina, esperando a alguien para que escuchara sus charlas y para verlo dibujar sus cuadros.
¿Su nombre? ¡Nosotros lo llamamos televisor! ¡Ahora tiene una esposa que le llaman Computadora y un hijo que le llaman Celular!
Estimada colaboración de Azalia, maestra y amiga

lunes, 25 de mayo de 2009

Muchísimas veces un docente da una palabra de ánimo, un consejo, una palmada y no sabes a quien le vas a modificar la vida.

Todavía recuerdo su rostro cuando pidió hablar conmigo, en ese entonces estaba de director en un conocido consorcio de colegios preuniversitarios, la alumna nos tenía acostumbrados a regalarnos siempre una alegre sonrisa; era de las más empeñosas en bailar o cantar en cualquier actuación, buscaba la manera de animar a su grupo de compañeros en hacer cosas diferentes y con el mucho o poco apoyo de docentes y compañeros conseguía resultados; junto con eso era buena alumna, no era brillante, creo que no era la que tenía todas las respuestas en clase y definitivamente no era de las calladitas que saben todo. En pocas palabras era de aquellas alumnas que todo docente quiere tener por su entusiasmo y empeño, pero no llevaría a un concurso de conocimientos. Por eso era raro verla con los ojos casi llorosos y el rostro pálido. “Dire, vengo a despedirme, mi mamá me va a retirar del colegio” a las justas terminó la frase y se llevó las dos manos a la cara con un poco de papel higiénico húmedo de otras lágrimas. Su madre tenía un puesto en un mercado y los desalojaban por sabe Dios que leyes u ordenanzas municipales, era seguro que hasta que se reubiquen no tendrían como pagar la mensualidad del colegio y ella tendría que trabajar con la mamá para superar la crisis. Le di mi pañuelo para que se sequé un poco las lágrimas, pedí un vaso con agua a la secretaria y llamé al coordinador académico. “es buena, pero no brillante” me confirmó, bueno, que importa, le vamos a dar una beca. “Mira hija, si tu promedio es menor a 16 te vas a tener que ir, no puedo hacer más por ti”. Su rostro volvió a tener vida, su mirada tenía la luz de siempre y reflejaba lo que decían sus labios “Gracias, Dire” Hasta el día de hoy me escribe de vez en cuando contándome sus logros: su graduación, la titulación, sus primeras prácticas y su primer trabajo. Ella cumplió, sus promedios fueron por encima de 16, la puse en el aula de más destacados que tenían clases particulares. Debo decir que a mí miso me sorprendió esa reacción, y hasta ahora me sorprende que se comunique y siga agradecida. Como director tenía la facultad de hacerlo, conceder algunos descuentos según el desempeño, estaba haciendo mi trabajo diario. Son muchas las veces que hacemos cosas y no podemos medir el impacto que tendrán en las otras personas; en un colegio de 1200 alumnos habían becados, semi-becados, en fin... sólo una agradecida. Muchísimas veces un docente da una palabra de ánimo, un consejo, una palmada y no sabes a quien le vas a cambiar la vida.